Las secuelas del COVID-19 en la Logística

No es secreto para nadie, que la pandemia nos enfrentó con uno de los retos logísticos más grandes del siglo. No solo por la limitada movilidad, sino por las dinámicas que alteró el COVID- 19 dentro del mercado.

Hablemos concretamente de los meses de encierro, alteraron la dinámica del mercado de una forma nunca antes vista. Un sector de la población no encontró la forma de producir en las nuevas condiciones, además se incrementó la demanda de producto en los sectores de consumo masivo y retail. Esto descompensó la cadena de abastecimiento, que había logrado sobrepasar otras coyunturas como los cambios climáticos y políticos etc. Esto hizo que el comercio internacional colapsara, y que no se pudiesen cumplir a tiempo los envíos. Una situación que todavía el comercio internacional está en búsqueda de compensar.

 

Uno de los principales puntos a resolver es encontrar la manera de revertir esta situación. Entregar todo el producto represado, sin dejar de priorizar los nuevos pedidos. Este no es un problema logístico particular de Colombia o incluso a LATAM, es una crisis que enfrentamos a nivel global. La coyuntura afectó el transporte aéreo y marítimo no solo a la limitada oferta sino también a la subida del precio del petróleo, que impacta de manera directa toda la cadena de costos. El sector marítimo es el más afectado por este problema, pues el 68% de su operación se vio afectada. Aún hoy en Q3 del 2022, vemos como hasta ahora empieza a estabilizarse el tráfico, pero los retrasos aún son parte de la coyuntura del día a día como legado del 2020.

Aún entendiendo la coyuntura comercial, es importante resaltar que en medio de esa la crisis se lograron hitos importantes para nuestra industria. Como por ejemplo, la distribución de las vacunas contra el Covid-19. Nosotros como industria contribuimos como nunca a la humanidad, al fin de la pandemia.